La ciudad principal fue Buda, en que se encuentran los monumentos históricos, mientras que Pest se ha desarrollado desde finales del siglo XIX y principalmente en el siglo XX como la zona comercial de la ciudad y es actualmente la zona más viva y donde se encuentran los hoteles más importantes.
Las Siete tribus magiares fundadoras de Hungría
Iniciemos el recorrido en Buda. Elevándose sobre la orilla del Danubio domina la ciudad el denominado Bastión de los pescadores. Declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, es una fortificación instalada sobre la Colina del Castillo formada por siete torres de observación, en recuerdo a las siete tribus magiares fundadoras de Hungría, con cúpulas puntiagudas, con clara influencia turca en la ciudad.
Está construida en estilo neorrománico manteniéndose su muros antiguos, siendo lugar de dominación de los distintos pueblos que se asentaron en la ciudad. Su nombre deriva del mercado de pescado que se celebraba en este lugar.
En el interior del castillo junto a las torres se levanta una estatua Ecuestre de San Esteban I fundador y patrono de la ciudad y la magnifica Iglesia de Nuestra Señora más conocida como Iglesia Mathias, de la que destaca su torre gótica de 80 metros y su tejado policromado. Tuvo su origen en una Iglesia Gótica del siglo XIV, que nunca fue finalizada (no se construyó la torre norte), celebrándose la coronación de Segismundo de Luxemburgo y reyes posteriores.
La regencia de Mathias Corvino
Su mayor esplendor lo alcanzó en el periodo de regencia del Emperador Mathias Corvino, que celebró sus dos matrimonios con la reina Catalina y con Beatriz de Aragón. Con la llegada de los turcos se convirtió en mezquita eliminándose una gran parte de sus frescos. Sin embargo fueron los Cruzados los que destruyeron la torre y su tejado en el asedio y liberación de la ciudad en 1.686. Se reconstruyó en estilo barroco.
Tras la guerra de la independencia, al descubrirse los restos arqueológicos de la original iglesia gótica fue reconstruida en su aspecto original, coronándose allí los dos últimos reyes húngaros, el Emperador Francisco José y Carlos IV. Pero este aspecto no es el actual puesto que con la segunda guerra quedó en un estado muy deteriorado y se precisaron dos décadas para darle su actual aspecto gótico. En el interior de la Iglesia se descubren frescos originales de la vida de los santos húngaros, muros coloreados con diseños ornamentales, varias capillas (a la izquierda se casaron Francisco José I y Sissi), el sarcófago de Bela III y su mujer, y un museo con la réplica de la corona magiar y antiguas vestimentas.
Frente a la iglesia en una plaza se alza el Antiguo Ayuntamiento (hoy instituto de investigación) con la estatua de Palas Atenea en una de sus esquinas, y la estatua barroca de la Trinidad, en el centro de la plaza, erigida en el siglo 18 para dar las gracias por el fin de la peste.
El puente de las Cadenas
A su alrededor se mantienen algunas casas barrocas que sobrevivieron a la segunda guerra y diversas puertas medievales y edificios góticos. Descendiendo la colina y caminando pocos pasos al sur por la avenida paralela al Danubio llegaremos al extremo del puente más importante y fotografiado de la ciudad: el Puente de las Cadenas (precioso de noche, muy iluminado). Construido a mitad del siglo XIX, sus casi 400 metros están soportados por pilares que asemejan arcos de triunfo enlazados por cadenas que le dan su nombre. Destruido en la segunda guerra fue reconstruido en 1.949 en su forma original.
El Palacio Real
A los pies del funicular que nos trasladará 50 metros sobre el Danubio al Palacio Real, se encuentra el Kilómetro cero, punto que inicia el cómputo de las distancias húngaras. Tras el ascenso, al salir del funicular se observa una columnata coronada por la estatua en bronce del Águila Imperial o Turul, y unos jardines a lo largo del magnifico mirador que domina el Danubio (obsérvese a sus pies lo que en tiempos debió ser un lujosísimo Balneario, pero que en la actualidad denota abandono).
El Palacio Real, lugar de residencia de los reyes húngaros, fue construido en el siglo XV en estilo gótico por Segismundo de Luxemburgo y ampliado por Mathias Corvino que le dotó de los más bellos elementos renacentistas de la época. Destruido completamente por la cruzada fue reconstruido por la emperatriz Maria Teresa en el siglo XVIII en estilo barroco. Deteriorado nuevamente en la guerra de la independencia, se rehabilitó en un palacio dos veces más grande que el gótico original hacia 1.904.
En la segunda guerra fue cuartel general alemán sufriendo el asedio y tiroteo del ejército rojo. La reconstrucción efectuada tras la guerra le ha dotado de su aspecto actual que combina elementos barrocos y góticos, incorporándole los museos que alberga en la actualidad. Su fachada de 300 metros en estilo barroco está jalonada de columnas simétricas a ambos lados, con la estatua del príncipe Eugenio de Saboya (uno de los cruzados) en el centro.
En la parte lateral más cercana al funicular se abre un patio con estatuas de diferentes reyes y una fuente que da acceso a los museos: la Galería Nacional, con esculturas góticas, arte barroco y renacentista y pinturas esculturas y monedas de los siglos XIX y XX; el Museo de Historia, que recoge la historia del palacio y de la ciudad, las salas góticas y las esculturas góticas halladas en las excavaciones del Palacio; y la Biblioteca Nacional.
Hotel Gellert, famoso por sus baños termales
Continuando al sur en una zona cercana se eleva la Colina Gellert a cuyos pies se encuentra el art Noveau Hotel Gellert famoso por sus baños termales y sobre todo por la piscina interior cubierta con columnas en todos sus lados. Por un precio barato podemos tomar un baño o recibir un masaje.
Cerca, en un pequeño promontorio a los pies de este parque, se alza el Monumento a Gellert, pero sobre todo son destacables dos puntos de interés en la cima de la colina: la Ciudadela o fortificación del siglo 19 construida por los Habsburgo en la guerra de la independencia, fue prisión y batería antiaérea de los nazis y hoy es un restaurante terraza y hotel, y el Monumento a la liberación, estatua de mujer de 40 metros que sostiene la palma de la victoria (a sus pies estuvo la estatua del Soldado del Ejercito Rojo pero fue trasladada a un parque en las afueras de la ciudad).
Los nueve puentes que cruzan Budapest
Desde este lugar se puede observar toda la ciudad y la majestuosidad del Danubio, y de los nueve puentes que lo cruzan. De entre todos ellos el más importante es el de las Cadenas, pero también son destacables el Puente de la Libertad, el Puente de la Emperatriz Isabel (Sissi) y el Puente Margarita que da acceso a la isla Margarita al norte, verdadero pulmón de la ciudad (2 Km.) con árboles de varios cientos de años, rosaleda, piscinas y baños termales, ruinas de 2 iglesias del siglo 13 y un auditorio abierto en el que se celebran en verano al aire libre ópera y ballet.
Camino hacia Pest: el parlamento húngaro
Crucemos el Danubio hacia Pest y desplacémonos al extremo Norte. El monumento más significativo de Pest es el Parlamento Húngaro junto al Danubio. En estilo neogótico, fue construido para conmemorar las celebraciones del milenio tomando como base el Parlamento de Westminster.
Su fachada de 250 metros está formada formada por arcadas decoradas con motivos góticos y renacentistas; una cúpula central de 96 metros e innumerables torres góticas. El interior solo se puede visitar cuando no hay sesiones y es inmenso (12 millas, 700 habitaciones). La entrada principal está flanqueada por leones de bronce y la plaza se completa con tres obras escultóricas ecuestres, el Museo de Etnografía y el Ministerio de Agricultura. Muy cerca está el precioso edificio Art Nouveau de Correos.
La Plaza de los Héroes
Coronando la amplia avenida que parte del Danubio se encuentra la enorme Plaza de los Héroes. Es una amplísima plaza en cuyo centro se eleva un obelisco de 40 metros coronado por el arcángel Gabriel, y rodeado a sus pies por las estatuas de los 7 líderes magiares. Detrás, una doble columnata con las estatuas de los reyes magiares; delante, la Tumba del soldado desconocido, velado permanentemente por dos soldados.
Fue construida para conmemorar el milenio y se completó con dos edificios neoclásicos, a imagen de templos griegos: la Galería de Arte, que acoge exposiciones itinerantes y el Museo de las Artes, con colecciones de vasos pintados y bronces griegos y romanaos, esculturas egipcias y pinturas y esculturas europeas de los siglos XIII y XVIII
La basílica de San Esteban
La Basílica de San Esteban, en el centro de la ciudad casi a orillas del Danubio, construida en la segunda mitad del siglo 19 e inaugurada por el Emperador Francisco José y reconstruida en 1.949 en estilo clásico y neorrenacentista, es un edificio excesivamente oscuro pero sin embargo de mucha simbología para los húngaros por contener la reliquia de la mano derecha de San Esteban. En su fachada la cúpula de 96 metros y estatuas de evangelistas y apóstoles. La entrada en forma de arco triunfal con columnas corintias da paso al interior con muros decorados con relieves de San Esteban, estatuas de santos húngaros y relieves de reyes húngaros, y la estatua de San Esteban en el altar principal.
En esta zona de Pest puede verse también la Opera neorrenacentista de finales del XIX con su fachada decorada con estatuas de compositores, el Vigadó, sala de conciertos municipal, y el Museo Nacional, que fue uno de los más importantes de Europa hasta que sus colecciones fueron divididas entre los distintos museos de la ciudad (hoy es un museo de historia del pueblo hasta mitad del siglo 19 y expone las coronas y joyas húngaras).
El Parque de la Isla Margarita en el centro del Danubio
El parque más bonito de Budapest, la Isla Margarita se encuentra en el centro del Danubio, entre los Puentes de Margarita y de Árpád. Originalmente había tres islas separadas, la Isla del Balneario, la de los Pintores y la de los Conejos. Las tres fueron rodeadas por una orilla de hormigón durante las regulaciones del río en el siglo XIX, obteniendo así la longitud actual de 2,5 km de la isla.
La isla estaba habitada ya en los tiempos de los romanos, en la Edad Media por su tranquilidad y protección fue elegida por Monasterios, y los reyes la utilizaron como coto de caza. Su nombre se debe a Margarita, la hija del rey Béla IV, quien, en agradecimiento a la salida de los tátaros, fue a vivir a un convento de la isla.
El dominio turco significaba el final del auge de la pequeña isla-monasterio. Tras siglos de abandono, la isla revivió en el siglo XIX, cuando fue reabierta para el público como parque y centro de diversión. Esto fue posible, porque en 1900 se construyó el puente lateral de la Isla Margarita, y la barca dejó de ser el único modo de acceso.
Hoy en día en el parque de casi 100 hectáreas la tranquilidad está asegurada por la exclusión de coches. Los parking se encuentran en el extremo del norte de la isla. Desde allí pueden adentrarse en la isla paseando o alquilar una Carroza de Bringó una especie de bicicleta familiar. Los que practican el footing de ciudad, entrenan bordeando la orilla del Danubio.
El parque es maravilloso y muy variado. Castaños de cien años se alternan con jardines ingleses, japoneses y franceses. Las ruinas conservadas de los monasterios, la antigua torre acuática y diferentes campos de deporte amplían la oferta. Aquí se encuentra la Palatinus, la mayor piscina de tiempo libre de la ciudad, además el
más bonito escenario al aire libre.
Grand Hotel Margitsziget y sus aguas termales
En el extremo norte de la isla se encuentra el elegante Grand Hotel Margitsziget, y al lado el Termál Hotel Margitsziget más moderno, cuya sección terapéutica y el balneario utiliza el agua termal de los pozos que se encuentran en la isla, en el tratamiento de diversas enfermedades del aparato locomotor.
Datos de interés
Con la entrada de Hungría a la Unión Europea el día 1 de mayo de 2004 se han producido cambios, que benefician a los ciudadanos de la UE que visitan el país
Los cambios más importantes son los siguientes:
- Los ciudadanos de la UE pueden visitar todos los museos estatales sin tener que pagar precio por las entradas.
- Los ciudadanos de la UE pueden visitar al Parlamento de Hungría en Budapest sin tener que pagar precio por las entradas.
- Los ciudadanos mayores de 65 años pueden usar los medios de transporte público de Budapest gratis. Solo tienen que justificar su edad.
- Los ciudadanos españoles pueden usar en Hungría la Tarjeta Sanitaria Europea durante su viaje turístico. La tarjeta se emite en los Centros de Atención e Información de la Seguridad Social (CAISS). Para más informaciones se puede llamar el teléfono(gratuito): 900 166 565 de la Seguridad Social o su página en internet: www.segsocial.es.
- Los ciudadanos de la Unión Europea pueden viajar a Hungría con su D.N.I. sin necesidad de llevar sus pasaportes.
La moneda oficial de Hungría es el Florín húngaro (1 Florín: 100 Filléres). Según la legislación vigente en Hungría en los comercios también se puede pagar con el Euro. El comerciante puede decidir si acepta el Euro o no como instrumento de pago.
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