10 hoteles para perderse en las vacaciones de Navidad

Si estas navidades quiere disfrutar de un merecido descanso y afrontar el nuevo año con energías renovadas nada mejor que alojarse en algunos de los mejores hoteles de España

A continuación, citamos diez hoteles que por su características y relación calidad-precio son una buena alternativa para las vacaciones de Navidad, celebrar el año y nuevo y porqué no, la noche de Reyes.  


El Silken Puerta América de Madrid es un hotel especial. Cada una de las plantas ha sido planificada y decorada por distintos arquitectos y diseñadores a nivel internacional, como Jean Nouvel o Victorio & Lucchino, y por ello, hay infinidad de estilos, colores y formas repartidos por todo el edificio. El viajero sentirá que está alojado en una obra de arte, y disfrutará de una increíbles vistas de la ciudad de Madrid desde la piscina o el Skyline Bar, situados en la última planta del hotel. Diseño vanguardista, lujo, comodidad y bienestar unidos en un mismo lugar para hacer de la visita a la capital una experiencia única.


Este hotel con encanto se sitúa en la animada Marbella, ciudad que combina la sofisticación de Puerto Banús y el arte de los tablaos flamencos andaluces tradicionales. Se trata de un conjunto de pequeñas casas diferentes, pensadas para tomar un descanso dentro de la gran actividad de la ciudad. Cada habitación transporta al huésped a un remanso de paz y tranquilidad, puesto que su decoración asiática evoca lugares exóticos como Bali, Shangai o Phuket. En el edificio principal se encuentra la terraza Orchard, desde la que los clientes pueden disfrutar de las vistas al centro histórico y la Sierra Blanca mientras toman una copa antes de salir a vivir la noche marbellí.


Ubicado en el centro de Barcelona, el moderno hotel Jazz se sitúa junto a la Plaza de Cataluña y el Paseo de Gracia, y a tan sólo un minuto andando de Las Ramblas. Acorde con el carácter de la ciudad de Barcelona, toda la decoración del hotel es vanguardista y joven, lo que, junto a su localización, atrae a multitud de viajeros dispuestos a recorrer la ciudad y empaparse de sus tendencias y cultura. Destaca la octava planta del edificio, la cual es un completo rincón de ocio. Allí, los huéspedes pueden disfrutar de la piscina y el solarium, tomar un cocktail en el lounge bar o contemplar las increíbles vistas de la ciudad.


La seña de identidad de este hotel rural de Mallorca es la práctica del agroturismo. En plena Sierra de Tramontana, Son Palou es una antigua finca del siglo XIV, rodeada de manzanos y con vistas al valle de Orient. Entre las actividades que ofrece se encuentran el senderismo, paseos en mountain bike o la recolección de setas. 
Los tonos crema de sus estancias envuelven a los huéspedes en una atmósfera de pureza y bienestar, y les invitan a relajarse con un agradable masaje. Sin duda, es el lugar ideal para desconectar de la rutina y descansar.


Villa Soro es un hotel que nace de la rehabilitación de una villa de finales del siglo XIX, declarada Patrimonio Histórico de la Ciudad de San Sebastián. Cada habitación es diferente, y han sido decoradas por diseñadores guipuzcoanos, incluyendo maderas nobles, tonos suaves y extraordinarios tejidos. El hotel mima a los huéspedes con infinidad de detalles y pone a su disposición toallas de playa para disfrutar de un baño en aguas cantábricas y bicicletas para recorrer la bonita ciudad. Además, cuenta con un bar exclusivo para los clientes y varios salones, donde pueden charlar y tomar una copa al final del día.


A pocos metros de la Plaza del Obradoiro y en pleno centro de Santiago de Compostela se encuentra el pequeño hotel Altaïr. Su decoración se basa en la filosofía estética japonesa "Wabi-Sabi", equilibrio entre la composición minimalista y lo proveniente de la naturaleza, y su armonía recorre todos los rincones. 

Así, los muebles siguen una línea moderna y sencilla, mientras que la mezcla de la piedra y la madera y la combinación de la luz y los tonos anaranjados en las habitaciones crean un clima cálido, acogedor y con un toque rural. Una perfecta unión entre lo actual y lo tradicional.


Este pequeño hotel rural se sitúa en la comarca Vaqueira asturiana, rodeado de prados y con vistas espectaculares de la montaña. Las habitaciones están decoradas en estilo rústico, en tonos crema y con muebles de madera. Cuenta con una pequeña sala de lectura y con un restaurante, La Llariega de Sindo, donde degustar los típicos platos asturianos, como los cachopos o la lubina a la sidra. A pocos kilómetros se puede visitar la pintoresca localidad de Cudillero, así como otros puntos de interés turístico, como el Parque Natural del Narcea, lo que convierte a la Quintana del Caleyo en el lugar perfecto para disfrutar de una escapada a la naturaleza.



El hotel Palafox se encuentra rodeado por la zona comercial de Zaragoza y cerca de muchas de las atracciones turísticas de la ciudad. Se trata de un lujoso hotel de cinco estrellas, con amplias habitaciones y suites, y que cuida todos los detalles, ofreciendo plantas para no fumadores, camas king size o conexión a internet. En la última planta los clientes pueden relajarse en la terraza con solarium, que ofrece unas bonitas vistas sobre la ciudad y la Basílica del Pilar, o disfrutar de un refrescante baño en la piscina. El hotel, además, cuenta con un centro de fitness y sauna, por lo que el relax está asegurado después de un intenso día de turismo.


Situado en un palacio del siglo XV, este hotel conserva la grandeza de épocas pasadas. Espejos y telas del siglo XVIII decoran sus 17 habitaciones, todas ellas diferentes y a las que no le falta detalle. Cuentan con comodidades tales como jacuzzi, ducha de lluvia o camas extra grandes, e incluso algunas de ellas son especiales para personas alérgicas. Se encuentra en el centro de Salamanca, muy cerca de lugares emblemáticos como la Plaza Mayor, la Universidad, la Catedral o el Parque de los Jesuítas, por lo que es el punto de partida perfecto para recorrer esta ciudad repleta de historia y cultura.


Lujo e historia conviven en este hotel de cinco estrellas de Vigo. Se compone de dos edificios: El Pazo, una antigua casa noble gallega completamente restaurada, y Los Escudos, edificación moderna y con excelentes vistas a la ría. Entre los servicios que ofrece se encuentran la sauna, el spa, el jacuzzi o el gimnasio, lo que le convierte en el buque insignia de los hoteles vigueses. En su restaurante Alcabre se pueden degustar los ricos platos de la cocina gallega, elaborados con los productos más selectos y de manera creativa. A la hora de hacer turismo, el viajero encontrará diferentes playas, las Islas Cíes o la ruta del Camino de Santiago cerca del hotel.

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