Málaga, la capital de la Costa del Sol

En Andalucía, la ciudad de Málaga ofrece a los visitantes una amplia gama de actividades, visitas culturales y playas soleadas.

Y es que no solo de playa vive la capital de la Costa del Sol. Málaga posee hermosos rincones que el viajero no debe dejar de visitar.

La casa museo de Pablo Picasso

   
La ciudad tiene el honor de acoger el nacimiento del mejor pintor del siglo XX, Pablo Picasso que nació en Málaga allá por el 1881 y fue allí donde pasó sus primeros años de vida.

Su lugar de nacimiento puede ser visitado actualmente, el cual, alberga una colección de dibujos del pintor, especialmente retratos de algunas de las mujeres que pasaron por su vida.

Además, se puede visitar el Museo Picasso, ubicado en un hermoso palacete del siglo XVI. El museo alberga la colección privada del pintor con obras raramente exhibidas en público sobre sus amigos y niños.


La Alcazaba de Málaga

El visitante no debe dejar de respirar ese aire morisco que se propaga desde lo alto de la ciudad, en la llamada Alcazaba malagueña, lugar que rememora la presencia de los musulmanes en aquellos lares. Desde allí, se puede contemplar una excelente panorámica de la ciudad. 




La playa de la Malagueta y un paseo por sus calles

Para tomar el pulso a la ciudad, no hay nada mejor que un paseo por sus calles sin olvidar visitar la playa urbana de la Malagueta, la cual, al estar a poca distancia del centro es muy bulliciosa.

Una hilera de palmeras protege del fuerte sol a los viandantes a lo largo del paseo marítimo que desemboca en el complejo portuario dotado de una gran actividad económica. Desde allí, podemos cruzar el estrecho en menos de tres horas y visitar ciudades del norte de Africa como Tanger, Ceuta o Melilla.


Málaga y sus barrios

Alejándonos del centro, descubrimos esas tradicionales barriadas de pescadores situadas al este de la ciudad como son el Barrio del Pedregalejo y más al este aún, la popular barriada del Palo.

En ambos lugares, a lo largo de su litoral podemos respirar ese aire marinero de antaño así como yantar en alguno de esos pequeños restaurantes que salpican la costa donde se pueden degustar unos sabrosos espetos, cazón, rosada y las mejores frituras de la costa del Sol.





 


 
 
 

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