El crecimiento del turismo que se dirige a la Antártida obliga a tomar medidas que protejan un ecosistema frágil y único.
El barco se empieza a menear y nadie puede evitar la emoción de encontrarse cara a cara con el pasaje de Drake, el trozo de océano que separa América de la Antártida. Para muchos, es el peor mar del mundo, pero aun así, cada vez son más los que se atreven a embarcarse en la ciudad argentina de Ushuaia y atravesarlo. La recompensa es el continente blanco, el último territorio virgen de nuestro planeta.
El barco se empieza a menear y nadie puede evitar la emoción de encontrarse cara a cara con el pasaje de Drake, el trozo de océano que separa América de la Antártida. Para muchos, es el peor mar del mundo, pero aun así, cada vez son más los que se atreven a embarcarse en la ciudad argentina de Ushuaia y atravesarlo. La recompensa es el continente blanco, el último territorio virgen de nuestro planeta.
La pasión por lo desconocido, la aventura, ver parajes donde uno puede darse el lujo de poner sus pies donde muy pocos seres humanos los han puesto antes, la apreciación de su magnitud, su pureza y la paradoja de sentirse a merced de una naturaleza a veces cruel, pero también delicada y frágil, son algunos de los motivos que impulsan cada vez a más gente a viajar a la Antártida.
Por eso, la educación de los visitantes es algo primordial en los viajes polares, pues lo que se busca es convertir a todos ellos en embajadores antárticos, defensores de una naturaleza que debe ser conservada y del proteccionismo consagrado por el Tratado Antártico.
El Tratado Antártico
Firmado en 1959 por los trece naciones más activas en el continente blanco, como Argentina o Chile, el Tratado Antártico "congela" las reclamaciones territoriales sobre la Antártida y estipula que todo aquello que se halle al sur del paralelo 60 será considerado una zona desmilitarizada no nuclear, patrimonio de la humanidad para la paz y destinada a la investigación científica. En la actualidad, el tratado ha sido ya suscrito por 45 países, entre ellos España.
Clima benigno, fauna y flora
La mayor parte de las travesías se desarrolla a un lado u otro de la península Antártica, la zona con clima más benigno, donde las aves marinas aprovechan los breves meses estivales para nidificar y criar a sus polluelos, y donde pueden observarse fácilmente focas, ballenas, pingüinos, petreles, albatros y demás fauna local.
La mayor parte de las travesías se desarrolla a un lado u otro de la península Antártica, la zona con clima más benigno, donde las aves marinas aprovechan los breves meses estivales para nidificar y criar a sus polluelos, y donde pueden observarse fácilmente focas, ballenas, pingüinos, petreles, albatros y demás fauna local.
Navegar entre glaciares
Otro atractivo es la navegación por mares abarrotados de témpanos y frentes de glaciares majestuosos que se magnifican cuando abandonamos el barco y buscamos la intimidad de las pequeñas lanchas inflables. Los sitios históricos, como estaciones de balleneros o bases de exploradores de antaño, son igualmente lugares que transmiten el espíritu de las aventuras extremas que aquellos valientes soportaban a cada momento.
Viajeros responsables
Los cruceros en zonas polares se denominan "cruceros de expedición" para diferenciarlos de los cruceros típicos. Las reglas que los operadores turísticos de la Antártida se autoimpusieron para conservar el medioambiente establecen que no se puede desembarcar más de cien pasajeros al mismo tiempo, razón por la que esos cruceros son pequeños. A pesar de ello, el número de visitantes antárticos se ha incrementado notablemente.
Un argumento usado por varios operadores son los estudios realizados por el British Antarctic Survey la Nacional Science Foundation de Estados Unidos, benevolentes con el impacto del turismo al demostrar que éste no ha dejado una huella de importancia en el territorio antártico, pese al incremento mencionado antes.
Viajeros responsables
Los cruceros en zonas polares se denominan "cruceros de expedición" para diferenciarlos de los cruceros típicos. Las reglas que los operadores turísticos de la Antártida se autoimpusieron para conservar el medioambiente establecen que no se puede desembarcar más de cien pasajeros al mismo tiempo, razón por la que esos cruceros son pequeños. A pesar de ello, el número de visitantes antárticos se ha incrementado notablemente.
Un argumento usado por varios operadores son los estudios realizados por el British Antarctic Survey la Nacional Science Foundation de Estados Unidos, benevolentes con el impacto del turismo al demostrar que éste no ha dejado una huella de importancia en el territorio antártico, pese al incremento mencionado antes.
Gracias a su primer promotor, Lars Eric Lindblad, y a quienes siguieron sus pasos, el turismo antártico es extremadamente responsable y se ha impuesto una amplia cantidad de medidas dedicadas a no destruir ni molestar el medio ambiente.
Operadores Turísticos Antárticos: cómo viajar a la Antártida
En 1991, cuando el turismo en el continente blanco ya era una realidad, las siete empresas que lo realizaban decidieron formar la Asociación Internacional de Operadores Turísticos Antarticos (IAATO, www.iaato.org), por la que el sector privado estableció normas de comportamiento en una zona que carece de un organismo que regule esta actividad. En la actualidad, la IAATO está conformada por el 95% de las compañías que trabajan en turismo al sur del paralelo 60.
Sus autorregulaciones van desde la forma de avistar ballenas hasta la de caminar por determinadas superficies, y se suman a las reglas medioambientales y de navegación específicas para la Antártida, lo que hace que la actividad turística se lleve a cabo de la forma más responsable. La preocupación actual es debida a que hay empresas que no respetan las normas IAATO, al uso intensivo de algunos sitios de desembarco y a los muchos barcos sin casco reforzado que navegan por el hielo y que usan combustible "pesado", más difícil de "digerir" por e ecosistema en caso de vertido.
Dos agencias que organizan expediciones a la Antártida: Antártica XXI (http://www.antarcticaxxi.com/ ) y Antarpply (www.antarpply.com )
Dos agencias que organizan expediciones a la Antártida: Antártica XXI (http://www.antarcticaxxi.com/ ) y Antarpply (www.antarpply.com )
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