La reserva keniana concentra una gran diversidad de herbívoros y es una inagotable riada de vida.
Amanece en la sabana más densamente poblada del mundo. Es agosto en la Reserva Nacional Masai Mara de Kenia y cientos de miles de cuadrúpedos, principalmente ñus, se alimentan afanosamente en los pastizales.
Un hervidero de vida
Hasta donde alcanza la vista, el paisaje esta lleno de ellos. Para los ñus, este es el destino final de una larga migración que cada año se inicia en las llanuras tanzanas del Serengueti. En su búsqueda de agua y alimento se dirigen hacía el norte en largas columnas y llegan aquí hacia finales de julio, tras cruzar las azarosas aguas del río Mara, infestadas de cocodrilos del Nilo. A mediados de septiembre, buena parte de ellos habrá regresado ya a Tanzania.
Los leones mejor nutridos de Africa
Incluso tras la partida de los rebaños de ñus y cebras, la reserva sigue siendo un hervidero de vida: antílopes, impalas, gacelas, elefantes, búfalos, jirafas y un puñado de rinocerontes negros son algunos de sus habitantes. Con tal diversidad de herbívoros, no es de extrañar que Masai Mará sea uno de los mejores lugares de África para la observación de carnívoros. Aquí, por ejemplo, se encuentran algunos de los clanes de leones más nutridos del continente, con hasta cinco machos adultos.
Las tierras sagradas de los masai
Masai Mara se encuentra al oeste del valle del Rift, tierras sagradas para los masai, que pastorean sus rebaños en la periferia de la reserva. Por su ubicación y altitud, superior a los 1.500 metros, goza de un clima más fresco y húmedo que la mayoría de las áreas protegidas del país, exceptuando las de montaña.
La mezcla de paisajes de sabana con acacias dispersas, manchas de matorral y exuberantes bosques en torno a los principales cursos de agua, proporciona hábitats diversos a más de miles de especies
Cómo llegar
La Reserva Nacional Masai Mara se encuentra a 270 kilómetros de Nairobi, hacia el oeste. Desde la capital de Kenia se tarda en llegar entre cinco y seis horas en coche, y unos 45 minutos en avión.
La gama de alojamientos es muy amplia, desde campamentos de lujo, principalmente en la zona oeste, hasta campings en la periferia de la reserva.
El mejor momento para visitar Masai Mara es el mes de agosto, cuando los grandes rebaños migratorios ocupan la sabana. La época de lluvias es entre noviembre y mayo. Es recomendable una visita de tres días como mínimo.
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