Pasear por Pompeya permite ver cómo se vivía en una urbe romana. La ciudad que silenció la lava es uno de los destinos preferidos del viajero que visita Italia.
Después de visitar Pompeya, cualquier otro yacimiento arqueológico grecorromano puede parecer modesto al viajero. La razón es clara: su excepcional nivel de conservación permite contemplar cómo era una ciudad romana del siglo I sin que la imaginación deba acudir en nuestro auxilio.
El 24 de agosto del año 79 el reloj se detuvo en la región del Vesubio: una gran erupción de este volcán sepultó las ciudades de Pompeya y Herculano, y numerosas villas de los alrededores. Las excavaciones, iniciadas en tiempos del rey español y de Nápoles, Carlos III, han permitido profundizar en el conocimiento de la cultura romana.
Pasear por sus calles: una atmósfera única
En Pompeya merece la pena dedicar un poco de tiempo a deambular por las calles sin otra finalidad que la de disfrutar de su atmósfera única. De ese modo no resulta difícil imaginarse el animado ambiente que presentaba cada día la plaza del Foro, el corazón religioso, político y económico de la ciudad, o el ajetreo comercial de calles como la "Vía de la abudancia". Por otro lado, el lujo en el que vivían las clases acomodadas se evidencia en casas como la del Fauno. Mención aparte merece la villa de los Misterios, excelente ejemplo de edificio suburbano que gualda un enigmático ciclo de pinturas dionisiacas.
La vida cotidiana y construcciones civiles
La relevancia que para los romanos tenia el ocio se refleja en los teatros, las termas y la palestra, mientras que la visita al lupanar, en el que aún se respira cierto ambiente sórdido, nos muestra otra forma de "ocio'' a la que los romanos eran muy aficionados. Como contrapunto la necrópolis de Porta Nocera con sus bellos sepulcros, quizá nos haga reflexionar sobre la brevedad y fragilidad de la vida, mientras que los moldes de algunas de las victimas de la catástrofe conservados en diferentes lugares de la ciudad nos recordarán la tragedia que tuvo lugar aquí hace casi dos milenios.
Cómo llegar
Desde Nápoles, el tren es una forma práctica de viajar a Pompeya.
La línea "Circumvesuviana" Nápoles-Sorrento tiene parada en Pompei Vila dei Misteri, mientras que la Circumvesuviana Napoli-Poggiomarino lo hace en Pompei Santuario, y la linea FS Nápoles-Salerno en Pompei.
La visite hace años, y me impresionaron aquellas casas que aún ahora muestran la belleza de sus mosaicos otras destruidas en su totalidad es una mezcla de belleza y desolación mezcladas. Felicidades por tu blog. Me gusta
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