El mítico Transiberiano es la opción idónea para acercarse al lago Baikal, cuyas orillas se encuentran en gran medida en estado virgen.
Aunque el tren trajo el progreso a la región, ésta sigue siendo una de las menos densamente pobladas de Rusia. El lago en sí ocupa un inmenso territorio: en él se acumula el 20% de las reservas totales de agua dulce del planeta, y recorrerlo de un extremo a otro equivale a un viaje de Múnich al mar Báltico.
El gran sendero del Baikal
Los alrededores eran ya muy valorados por los senderistas en la época de la Unión Soviética, pero el turismo colectivo controlado por el Estado no dejaba entonces margen para su desarrollo.Todo cambió en 2003, cuando se creó el Gran Sendero del Baikal, que se caracteriza por la variedad de paisajes, que van desde los riscos que caen a pico sobre el lago hasta las playas de arena asediadas por el bosque. Una serie de macizos montañosos rodea el conjunto, entre ellos el de Khamar Daban, con pistas y cimas que alcanzan con facilidad los 2000 metros de altura.
Rutas de ensueño
La subida al pico Poroshisty es una de las más populares, pero e1 viajero del Transiberiano encontrará más satisfactorio, por su diversidad, el sendero que une las localidades de Listvyanka y Bolshoi Goloustnoe. Accesible desde la ciudad de Irkutsk, se trata de un trekking de tres o cuatro días de duración y una dificultad media, con algunos tramos conos más exigentes.
La primera jornada nos lleva por el cabo Tolstiy y un sinfín de pequeñas bahías, en una de las cuales destaca la Roca del Chamán, arrojada, según la leyenda, por el viejo Baikal contra una de sus 300 hijas cuando esta se daba a la fuga. Al anochecer podremos acampar o dormir en casas particulares u hostales, opciones que se repetirán a lo largo del trayecto.
Trekking entre abedules
El segundo día caminamos por el valle de Bolshaja Sennaya, no sin antes pasar por el cabo Sibiryakovo y un espléndido bosque de abedules con vistas al macizo de Skriper, muy curioso por ser uno de los pocos de la región que se compone de grava de varios colores. El momento más emocionante llega al cruzar el Puente del Diablo, en realidad un paso de un metro de ancho excavado en la roca. Superado el peligro, nos acoge el Parque Nacional de Pribaikalski.
El último día del trekking lo dedicaremos a los bosques de pinos y alerces que crecen a los pies del las montañas Primorski. para acabar en el delta aluvial de Bolshoi Goloustnoe, donde una sorprendente iglesia erigida en su mismo centro pondrá el broche final a la aventura.
Trekking entre abedules
El segundo día caminamos por el valle de Bolshaja Sennaya, no sin antes pasar por el cabo Sibiryakovo y un espléndido bosque de abedules con vistas al macizo de Skriper, muy curioso por ser uno de los pocos de la región que se compone de grava de varios colores. El momento más emocionante llega al cruzar el Puente del Diablo, en realidad un paso de un metro de ancho excavado en la roca. Superado el peligro, nos acoge el Parque Nacional de Pribaikalski.
El último día del trekking lo dedicaremos a los bosques de pinos y alerces que crecen a los pies del las montañas Primorski. para acabar en el delta aluvial de Bolshoi Goloustnoe, donde una sorprendente iglesia erigida en su mismo centro pondrá el broche final a la aventura.
Cómo llegar
La ruta parte de Listvyanka, localidad accesible desde Irkutsk en autobús. En verano también hay una línea de lanchas que viaja hasta allí varias veces al día. Para llegar a Irkutsk podemos tomar un vuelo desde Moscú con la compañía Aeroflot o ir en tren a bordo del Transiberiano.
La mejor época para ir es en verano. El duro clima siberiano desaconseja cualquier otra opción. Para saber más: www.greatbaikaltrail.org
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