Senderismo por Andorra: el Valle del Madriu

Tras las primeras nevadas, el Madriu queda cubierto por una gran manta blanca que invita a calzarse unas raquetas y explorar un valle en el que todavía se siente el silencio ante la escasez de visitantes. Andorra protege una de las zonas más desconocidas del Pirineo.

Clavado en el centro de la cordillera pirenaica, el principado de Andorra es un territorio inexplorado por la mayoría de montañeros y viajeros. Pese al gran esfuerzo promocional, sigue sin calar hondo el mensaje de que el país es algo más que compras, y algunos de sus valles mas bellos permanecen silenciosos ante la falta de visitantes.

Cómo llegar

El coche es el medio mas. cómodo y rápido para acceder a Andorra. Otra opción es el aulobus regular desde localidades como La Seu d´Urgell o Puigcerdá.  La mejor época para ir es de diciembre a abril cuando la nieve está garantizada en el principado pirenaico.

Por el valle del Madriu 

La cuenca hidrográfica del río Madriu, con el valle que recibe su nombre y las zonas adyacentes de Claror y Perafita, conforma un espacio protegido que, además, ha sido distinguido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Cubre mas de 4.200 hectáreas, un 10% del total del país, que se distinguen por un espectáculo glacial en el que se pueden leer todas las características del paisaje de alta montaña pirenaica.

Por tramos de río congelado 

Tras las primeras nevadas, el valle del Madriu queda cubierto por una gran manta blanca por la que sólo transitan el gorrión nival, el urogallo o el rebeco. El montañero puede calzarse unas raquetas de nieve y avanzar por el esponjoso suelo, con tramos congelados de río que se alternan con otros en los que el agua parece practicar eslalon.

Alargar la travesía 

La ruta parte del puente de Entremesaigües, situado a 1.470 metros de altitud. Desde ahí, se entra al valle del Madriu pasando por el refugio de Fontvert y el Collet de Infern. Antes de llegar al Pía de Tingla habrá que seguir las marcas hasta el refugio de Perafita y regresar el punto de partida. Ambos refugios proporcionan coartadas para alargar la travesía: pasar una noche acercando las manos al fuego y disfrutar de un entorno de grandiosas montañas. 

Eso sí, hay que ir bien equipado y saber orientarse con brújula y mapa o sistemas electrónicos de ayuda, pues cualquier paisaje, por conocido que sea, toma una fisonomía totalmente diferente bajo el manto de nieve.

No hay que olvidar para iniciar la ruta  
El valle del Madriu no presenta desniveles acusados. No obstante, andar por la nieve siempre es más dificultoso, por lo que se recomienda invertir dos jornadas, de cuarto horas cada una. y pasar noche en un refugio.

Para saber más. La página http://visitandorra.com/es/itinerarios/ruta-de-senderismo-itinerario-del-valle-del-madriu tiene información detallada de la ruta propuesta.

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