Guía verde de Tabasco: la apuesta alternativa de México

Dice la leyenda que esta tierra pertenece a los chaneques, dioses que viven ocultos en su exuberante naturaleza, esquivos y ocupados en cuidar de la Madre Tierra.

En pleno golfo de México, or­gulloso de sus ricos ecosistemas,el estado de Tabasco no necesita competir con los vecinos enclaves turísticos de sol y playa, si­no que ha sabido desarrollar propuestas sostenibles dirigidas a un viajero curioso, aventurero y aman­te de los espacios naturales. El equi­librio es excelente: historia, cultura y naturaleza en estado puro.

Turismo comunitario 

En pocos kilómetros puede des­cubrirse el peculiar tesoro arqueo­lógico maya de Comacalco, con sus pirámides hechas de ladrillos y conchas de moluscos, y también comprobar en directo la importan­cia que el turismo comunitario tie­ne para los tabasqueños. 

Teotihuacan; la ciudad de los Dioses

Teotihuacan es quiza el mayor yacimiento arqueológico precolombino de América del Sur. Situado a unos 50 km de México D. F. es la ciudad en la que eran elegidos los dioses. 

Uno de los misterios de Teotihuacan hace referencia a sus orígenes: de hecho, no se sabe con certeza quién la fundó. Los aztecas, cuando se hicieron con ella, la consideraron un lugar legendario unido a cultos antiquísimos. Creyeron que había sido construida por dioses o gigantes. Y verdaderamente es difícil imaginar que la mente humana haya podido concebir tanto esplendor.

Un centro ceremonial primitivo 

Para los arqueólogos, la historia de Teotihuacan se inició en el periodo preclásico, entre 2000 a.C. y 250 d.C. Los restos encontrados hacen pensar que se pudo tratar de un centro ceremonial primitivo más que de una villa rural, pero los edificios au­ténticos parece que fueron construidos solo a partir del año 100 a.C. Entre las rui­nas asoman, solitarias guardianas de tanta magnificencia, algunas pirámides.