Qué visitar en Madrid

Hay lugares que el viajero que pasa por Madrid no debe pasar por alto.

El Madrid Medieval

Iniciando el recorrido en el Barrio de la Morería, sede de un histórico Tribunal Árabe, se llega a la Casa del Pastor, primer Ayuntamiento de Madrid y Toledo.

Desde allí estaremos bien situados para dirigirnos a las tres plazas que formaban el Madrid Medieval: La Plaza de la Paja,  foco comercial, la Plaza de San Andrés, donde se hallaba una de las más antiguas parroquias de la ciudad, y la Plaza de la Cruz Verde, donde se encontraban las caballerías que entraban en la villa.

A continuación, pasando por dos edificios mudéjares; San Nicolás y la Torre de San Pedro el Viejo, se llega a la Casa de los Lujanes, situada en la Plaza de la Villa, sede del ayuntamiento hasta hace unos años.

El Madrid de los Austrias

Este es el nombre que se da al Madrid de la época en que la dinastía de los Habsburgo reinó en España. Este reinado se inició con Carlos I, el cual enriqueció la ciudad con palacios y monumentos. Posteriormente, cuando Felipe II la convirtiera en capital de España la ciudad creció notablemente.

Comienza en la Puerta del Sol

El recorrido por los edificios renacentistas y barrocos de esta época es quizás uno de los más pintorescos y castizos:
Se inicia el recorrido en la Puerta del Sol, considerada el corazón de Madrid. Continuando por las estrechas y pintorescas calles abarrotadas de gente se llega a la plaza donde está el convento de Las Descalzas Reales, próxima al Palacio Real, el Monasterio de la Encarnación y la Capitanía General, para volver por la calle Mayor pasando nuevamente por la Plaza de la Villa, la Casa Cisneros y la Torre de Lujanes.

La Plaza Mayor

Justo detrás se encuentra la impresionante Plaza Mayor – de influencia castellana -, donde se encuentra la Casa de la Panadería y en cuyo centro se encuentra la Estatua de Felipe III. Vale la pena desviarse a la colegiata de San Isidro por la Calle Toledo, considerada antaño como la Catedral de Madrid.

El Madrid de los Borbones: El Palacio Real  

Con la dinastía de los Borbones, especialmente durante el reinado de Carlos III, llamado el "Rey Alcalde", se completa el trazado urbanístico y monumental de Madrid.

Antes de comenzar la ruta hay que visitar el complejo formado por el Palacio Real, la catedral de la Almudena y los jardines de Sabatini, no solo por su importancia sino también por su belleza y sus excepcionales vistas, lugar idóneo para ver el atardecer madrileño.

Y muy cerca de allí, en el bellísimo Parque del Oeste, que alberga una bellísima y extraordinaria colección de rosas, llamada La Rosaleda, se levanta como una visión uno de los más inéditos monumentos de Madrid, el Templo de Debod, un templo egipcio regalado a España por el gobierno de tal país y traído piedra a piedra desde Egipto.

La calle de Alcalá y la plaza de Cibeles

Volviendo a la bulliciosa Puerta del Sol, donde se encuentra la sede de la Comunidad de Madrid, se continúa por la calle Alcalá donde se encuentra la Real Academia de Bellas Artes, palacio construido por Churriguera, en el que incluso se puede hacer una pausa en su bella cafetería. Muy cerca, en Caballero de Gracia nº 5, se puede visitar el Oratorio de Caballero de Gracia, una de las obras maestras de la arquitectura neoclásica o quedarse en la calle Alcalá, esquina con Gran Vía, para visitar la Iglesia de San José, obra maestra del barroco del siglo XVIII.

Muy cerca, en la confluencia con Cibeles está el Palacio de Buenavista, construido en 1777 por encargo de los Duques de Alba, que hoy alberga el Cuartel General del Ejército.

La ruta de los museos: el Paseo de Recoletos

No hay que perderse este tramo – siguiendo por la Puerta de Alcalá, atravesando la Plaza de Cibeles-. Retornando a la fuente, lugar donde celebra las victorias el Real Madrid – no se puede ir de Madrid sin paseo  del Prado, concebido en tiempos de Carlos III como paseo ajardinado que albergara edificios dedicados a la ciencia. Muy cerca de aquí podrá visitar el Jardín Botánico, el Observatorio Astronómico y, como no, el complejo pictórico más importante del mundo formado por el Museo del Prado, el museo Thyssen y el Centro de Arte Reina Sofía.


Madrid en el Siglo XIX: el barrio de Salamanca

En esta época Madrid sufre una transformación fundamental para la ciudad. Fue iniciada por José Bonaparte, con la intención de ensanchar el trazado interno con una gran avenida. El proyecto fue retomado por Isabel II, remodelando la Puerta del Sol, creando bulevares y construyendo los barrios de Salamanca y Ciudad Lineal.

El Parque del Retiro

Desde la Puerta del Sol llegamos a la calle del Prado, donde está el Ateneo, foco literario y artístico de la capital. Muy próximo, el Congreso de los Diputados, el Teatro de la Zarzuela y el edificio del Banco de España.

Por esta ruta volvemos al Paseo de Recoletos y atravesamos el Museo del Prado hasta llegar al parque más bello de los muchos que posee Madrid, el Parque del Retiro, donde destaca el Palacio de Cristal y el entorno de su estanque.

El Madrid del Siglo XX: el paseo de la Castellana

Es en el paseo de la Castellana es donde mejor se puede apreciar la arquitectura madrileña del siglo XX.
En la plaza de Colón, se encuentran los Jardines del Descubrimiento, con una cascada la entrada del Centro Cultural de la Villa donde podrá disfrutar de conciertos y representaciones todas las noches. Coronada con un monumento a Cristóbal Colon.

Desde Colón, siguiendo el Paseo de la Castellana hacia el norte, se penetra en el centro financiero de la capital que abarca varios Kilómetros hasta las nuevas torres situadas en los terrenos de la antigua ciudad deportiva del Real Madrid (Torre Espacio).

Pero no se puede finalizar el texto sin mencionar  El Rastro, un mercadillo donde se vende de todo desde hace más de cinco siglos, y que se celebra los domingos por la mañana en la Ribera de Curtidores, extendiéndose por un gran numero de calles en el casco antiguo próximo al barrio de Lavapiés, antigua judería. Resulta una visita curiosa e indispensable para conocer el llamado "Madrid castizo".  


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